La plancha del pelo se convirtió, hace ya unos cuantos años, en una herramienta indispensable para un buen número de mujeres (y también, es cierto, algunos hombres con el pelo largo). ¿Por qué? Muy sencillo: les ofrecía la posibilidad de alisarse el cabello fácilmente y sin demasiadas complicaciones, siendo ideal sobre todo para mujeres con el pelo ondulado o rizado. Pero, a pesar de sus bondades y su facilidad de uso, no está exenta de riesgos. ¿De qué forma podemos utilizar la plancha del pelo de manera segura? ¿Cómo evitar daños innecesarios?.
Seguramente utilizas la plancha del pelo de forma habitual, en tu día a día. Quizá por la mañana o por la tarde, sobre todo antes de salir a la calle. Pero cuando te excedes utilizándolo, ya sea porque lo usas durante demasiado tiempo, o cuando lo haces de forma muy regular (por ejemplo, cada día), el cabello puede verse seriamente afectado.
¿Y cuáles son las consecuencias de, por ejemplo, hacerlo muy a menudo? Es muy habitual que aumente la sequedad, lo que significa que la estructura del cabello se tiende a volver más frágil y sensible, especialmente cuando vas a cepillártelo. Y el resultado es más que evidente: se cae con mayor facilidad, dado que el exceso de calor ha terminado por eliminar la humedad natural del pelo, reduciendo por tanto la capa protectora del cabello que favorece su hidratación natural.
También pueden producirse quemaduras tanto en el pelo como en el cuero cabelludo, en especial si incides muy a menudo en una determinada zona, quizá cone fin de eliminar y alisar ese rizo tan travieso. Ese exceso de calor, como ocurre con la sequedad, tiene un resultado igual de evidente: favorece que el pelo se rompa con mayor facilidad.
Además, pasar el cabello de manera continuada por una misma zona del cabello no solo puede quemar el pelo y el cuero cabelludo. También puede ocasionar una destructuración, lo que acaba por favorecer su fragmentación y, finalmente, su rotura.
Consejos útiles para utilizar la plancha del pelo de forma segura
1. Utiliza un champú y acondicionador suavizante
Antes de plancharte el pelo, usar un champú y un acondicionador suavizante es la mejor forma de preparar el cabello para el alisado. Los más útiles, incluso, son aquellos que contengan queratina natural, un agente con cualidades suavizantes que además aporta brillo.
Por otro lado, los diferentes agentes acondicionadores ayudan a reponer la humedad que el cabello ha perdido después del uso de la plancha del cabello, siendo útil para restaurar tanto la vitalidad como la elasticidad.
2. Antes de aplicar calor utiliza un protector térmico
Un protector térmico puede ser de enorme utilidad a la hora de proteger el cabello de los efectos dañinos de la exposición a altas temperaturas.
Pero sus cualidades -y ventajas- no acaban aquí. Por ejemplo, es especialmente útil para suavizar el cabello y aportar brillo, y todo ello a medida que te pasas la plancha del pelo, reparando la sequedad y la rotura que ya pueden existir en el cabello.
3. Utiliza una plancha con placas de cerámica
Una plancha con placas de cerámica es muy útil para mantener el cabello sano cuando se encuentra constantemente expuesto al calor, algo que no ocurre con planchas del pelo más básicas y económicas.
Esto es gracias a la acción de las placas de cerámica, que ayudan a proteger el pelo con iones cargados negativamente.
Incluso puedes optar por planchas con placas de cerámica de turmalina, ya que la turmalina además es una piedra preciosa que ayuda a conseguir que el cabello se mantenga suave, además de protegido.
4. Trata el cabello con aceite de coco
Al menos una vez al mes se recomienda tratarse el cabello con aceite de coco, el cual se caracteriza además por ser reparador, convirtiéndose en la solución perfecta para cabellos secos o dañados.
Para aplicártelo solo tienes que ponértelo, peinarte el cabello después de la ducha, y dejarlo actuar durante 7 a 10 minutos, antes de acabar enjuagándotelo.