¿Caspa? Consejos útiles para evitarla y tratarla

No hay nada más antiestético e incómodo que la caspa, especialmente cuando empieza a acumularse no solo en el propio pelo, sino cuando cae en los hombros y también tiende a quedarse en la espalda. Lo que se convierte en un problema mayor, ya que no nos percatamos del problema mientras los demás sí se dan cuenta de ello. Además, este problema suele hacerse más evidente durante los meses de otoño e invierno, cuando el ambiente se torna algo más seco. ¿Qué hacer para evitarla? Y, sobre todo, ¿cómo podemos tratarla cuando ya ha hecho acto de aparición?.

Caspa

¿Qué es la caspa y por qué aparece?

La mayor parte del tiempo, la piel se renueva sin que nos demos cuenta. Pero, en ocasiones, las células de la piel tienden a renovarse más rápido de lo normal, dando lugar a la aparición de la caspa. Básicamente consisten en escamas de piel de color blanco o amarillo pálido, y suelen desprenderse del cuero cabelludo y caerse de la cabeza fácilmente.

Sus causas, es cierto, no está del todo claro, aunque se sospecha que tiene relación con las hormonas, de ahí que este problema empeore durante la adolescencia. Pero no es la única causa. También existe un tipo de hongo que puede crecer en exceso en el cuero cabelludo, ocasionando la aparición de las incómodas y molestas escamas (o caspa, a fin de cuentas).

Por tanto, a diferencia de lo que erróneamente se piensa, los problemas de la caspa no está en absoluto relacionado con la falta de higiene. Puedes ser una persona perfectamente limpia, y lavarte el pelo cada día, y sin embargo sufrir algún problema de caspa.

Además, existen otros factores que pueden influir en la aparición de la caspa. Por ejemplo, tiende a ser más probable que sufras de este problema si eres hombre, tienes la piel grasa o padeces sobrepeso u obesidad. Algunas enfermedades pueden influir indirectamente, como por ejemplo es el caso de la enfermedad de Parkinson.

Cómo prevenir la aparición de la caspa fácilmente

1. Mantén una buena higiene

Aunque la caspa no está relacionado con la falta de higiene, lo cierto es que lavarse el cabello con frecuencia puede ayudar a la hora de mantener a raya la grasa, lo que ayuda en definitiva a la hora de reducir los síntomas asociados a la caspa.

Pero esto no significa que debas abusar a la hora de utilizar productos capilares. De hecho, demasiados productos para el cabello pueden irritar el cuero cabelludo, ocasionando aún más picazón y caspa.

También es útil usar champús formulados para ayudar con la caspa. Puedes encontrarlos fácilmente en el supermercado o en la farmacia, y disponen de ingredientes útiles para tratar o prevenir la aparición de escamas.

Consejos contra la caspa

2. Evita rascarte

Si sientes picazón en el cuero cabelludo es normal que desees rascarte, pero esto puede hacer que algunas partes de la piel se desprendan en forma de escamas. Además, rascarse puede aumentar la irritación, y acabará por conducirte a un círculo vicioso.

Por tanto, debes evitar rascarte el cuero cabelludo siempre. 

¿Y cómo podemos tratarla?

1. Utiliza un champú anticaspa

No solo cuando tienes caspa, sino si además también sientes picazón en el cuero cabelludo, utilizar champús formulados para ayudar contra este problema puede ser de gran ayuda (y alivio).

En ocasiones, de hecho, puede ser necesario alternar dos o más tipos de champú. Por lo que la clave está en probar y tratar de utilizar el champú anticaspa que te ayude a solucionar y/o reducir el problema.

Los puedes adquirir fácilmente en el supermercado o en la farmacia, ya que son de venta libre. No obstante, si tienes dudas y no sabes cuál elegir, puedes preguntarle a tu médico o a tu dermatólogo.

2. Hidrátate el cuero cabelludo

El cuero cabelludo seco tiende a formar una mayor cantidad de caspa, y además aumenta la picazón. Eso sí, por lo general, las escamas suelen tener un tamaño mucho menor, en comparación a si tenemos la piel grasa. Por tanto, recuperar la humedad en el cuero cabelludo puede ser de gran ayuda, en especial a la hora de ayudar con la picazón.

También puede ser posible utilizar algún ingrediente natural que actúe como humectante. El aceite de coco, por ejemplo, puede ser adecuado, gracias a sus propiedades hidratantes y antibacterianas.

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