Vitaminas imprescindibles en el embarazo. Seguir una nutrición basada en una alimentación no solo saludable sino lo más variada y equilibrada es fundamental en cualquier etapa de la vida, y más aún, durante la gestación, donde la necesidad de vitaminas y minerales aumenta, siendo necesario aumentar a su vez su aporte, ya sea a través de los alimentos que se consumen a través de la dieta o bien a partir de determinados suplementos (siempre, eso sí, bajo la debida recomendación médica).
En primer lugar debemos mencionar las conocidas como vitaminas prenatales, que consisten en una serie de vitaminas y en minerales imprescindibles no solo durante el embarazo, sino también incluso antes de que se produzca la concepción, ya que aseguran que su desarrollo comience y siga con normalidad, y a su vez, la evolución y desarrollo del feto sea igualmente normal.
Destacan, como probablemente sabrás, especialmente vitaminas como el ácido fólico, de reconocida importancia a lo largo de toda la gestación. Y también minerales como el hierro, el calcio o el yodo. Pero no son los únicos nutrientes indispensables en el embarazo.
Cuáles son las vitaminas más importantes en el embarazo
1. Ácido fólico
El ácido fólico ayuda en la prevención de los diferentes defectos de nacimiento del tubo neural, los cuales afectan no solo al cerebro sino también a la médula espinal.
Se tiene constancia que los defectos del tubo neural se desarrollan a lo largo de los primeros 28 días después de la concepción, un momento en el que probablemente muchas mujeres aún no saben que se encuentran embarazadas.
De ahí que se recomiende que cualquier mujer que pueda quedar embarazada, o que se encuentre planeando el embarazo, tome al menos 400 microgramos (mcg) de ácido fólico al día antes de la concepción. Luego, se aconseja seguir durante las primeras 12 semanas.
2. Vitamina C
Consiste en una vitamina con cualidades antioxidantes, la cual protege los tejidos del daño de los radicales libres y construye un sistema inmunológico más saludable.
En el embarazo, y en definitiva en cualquier etapa de la vida, es fundamental porque ayuda a que el cuerpo pueda absorber mejor el hierro, otro nutriente imprescindible a lo largo de toda la gestación (ya que las necesidades de hierro aumentan enormemente en el embarazo). Y para la adecuada formación de colágeno, especialmente importante en los vasos sanguíneos.
De hecho, las necesidades de vitamina C también aumenta en el embarazo debido a la necesidad de un mayor volumen de sangre en la madre, indispensable para el crecimiento del feto.
Encontramos vitamina C en una amplia variedad de frutas y verduras, y no solo únicamente en los cítricos. Por ejemplo, buenas fuentes de esta vitamina incluyen: pimientos rojos y verdes, naranjas, fresas, brócoli, grosellas negras y coles de bruselas. Además, también encontramos esta vitamina en las patatas, ¿lo sabías?.
3. Vitamina D
La vitamina D es esencial para mantener unos huesos sanos y fuertes, y para proporcionar al bebé suficiente vitamina D durante los primeros meses de vida. De ahí que una cantidad deficiente de esta vitamina pueda ocasionar que los huesos de los niños se ablanden, y provocar raquitismo, el cual afecta al desarrollo de los huesos en los niños.
Nuestro cuerpo es capaz de producir vitamina D cuando nuestra piel está expuesta a la luz solar; eso sí, siempre con la debida protección solar. Además, también lo encontramos en algunos alimentos como: pescados grasos (salmón, caballa, arenque y sardinas), huevos y la carne roja.
4. Vitamina B12
Se trata de una vitamina cuyo déficit es común en dietas vegetarianas y veganas. Si estás embarazada y sigues un tipo de alimentación de este tipo puede resultarte más difícil obtener suficiente vitamina B12 y hierro, ya que lo encontramos sobre todo en alimentos de origen animal.
Por tanto, te recomendamos hablar con tu médico sobre cómo asegurarte de que estás obteniendo la cantidad suficiente de estos nutrientes.
5. Vitamina B6
También conocida con el nombre de piridoxina, se trata probablemente de una de las grandes olvidadas durante el embarazo, a pesar de ser fundamental e imprescindible para ayudar en la formación de los glóbulos rojos.
Además, en la gestación, ¿sabías que puede ser realmente útil para ayudarte a reducir las náuseas matutinas, tan habituales durante la gestación?.
Puedes encontrar vitamina B6 en alimentos como el pollo, pescado, hígado, cerdo, zanahorias, col, guisantes, espinacas, soja y derivados, judías, brócoli, avena, cacahuetes, nueces, salvado y arroz integral, entre otros.
6. Vitamina A
En los últimos tres meses de embarazo, la necesidad de vitamina A aumenta. Esta es una vitamina presente en el hígado, los huevos, los productos lácteos, en todas las frutas y verduras de color amarillo anaranjado, como las naranjas, los albaricoques, los tomates, las zanahorias, los pimientos, la calabaza, así como en las verduras de hoja verde. La vitamina A o el retinol resulta esencial para el desarrollo celular y el crecimiento fetal y fortalece el sistema inmune. Sin embargo, no se recomienda el consumo excesivo, ya que podría causar malformaciones fetales .
7. Calcio
La madre y el bebé necesitan calcio para tener huesos y dientes fuertes. El calcio también ayuda a que sus sistemas circulatorio, muscular y nervioso funcionen normalmente.
La dosis mínima que se requieren son 1,000 miligramos por día; las adolescentes embarazadas necesitan 1.300 miligramos por día
Como ya sabemos, el calcio se encuentra en los productos lácteos que son de hecho, las mejores fuentes de calcio absorbidas. Las fuentes no lácteas con calcio incluyen el brócoli y la col rizada. Muchos jugos de frutas y cereales para el desayuno también están fortificados con calcio.
8. Proteína
La proteína es crucial para el crecimiento de tu bebé durante el embarazo. La dosis recomendada durante el embarazo son 71 gramos al día.
Entre las fuentes donde podemos encontrar más proteína, tenemos la carne magra, las aves, el pescado y los huevos que son excelentes fuentes de proteínas. Otras opciones incluyen frijoles y guisantes, nueces, semillas y productos de soya.
9. Hierro
Tu cuerpo usa hierro para producir hemoglobina, una proteína en los glóbulos rojos que transporta oxígeno a sus tejidos. Durante el embarazo, necesitas el doble de la cantidad de hierro (unos 27 miligramos al día) que necesitan las mujeres no embarazadas. tu cuerpo necesita este hierro para producir más sangre para suministrar oxígeno a su bebé.
Si no tienes suficientes reservas de hierro u obtienes suficiente hierro durante el embarazo, podrías desarrollar anemia por deficiencia de hierro. Podrías fatigarte. La anemia severa por deficiencia de hierro durante el embarazo también aumenta el riesgo de parto prematuro, tener un bebé con bajo peso al nacer y depresión posparto.
La carne roja magra, las aves y el pescado son buenas fuentes de hierro. Otras opciones incluyen cereales para el desayuno fortificados con hierro, frijoles y vegetales.
Las vitaminas prenatales suelen contener hierro. En algunos casos, tu médico o ginecólogo puede recomendarte que tomes un suplemento de hierro por separado.
El hierro de los productos animales, como la carne, se absorbe más fácilmente. Para mejorar la absorción de hierro de fuentes y suplementos vegetales, combínalos con un alimento o bebida con alto contenido de vitamina C, como jugo de naranja, jugo de tomate o fresas. Si tomas suplementos de hierro con jugo de naranja, evita la variedad fortificada con calcio. Aunque el calcio es un nutriente esencial durante el embarazo, el calcio puede disminuir la absorción de hierro.
10. Zinc
El zinc contribuye a varios procesos biológicos en el organismo original, como el metabolismo de carbohidratos y grasas, el metabolismo energético, la síntesis de proteínas, el metabolismo del ADN, la división celular, el funcionamiento del sistema inmunitario . Todos estos procesos son necesarios para mantener la salud materna y, en consecuencia, la del bebé .
Para el bebé , ayuda a un buen desarrollo neurológico , y su deficiencia puede conducir al desarrollo de malformaciones y bajo peso al nacer.
Las principales fuentes de zinc son, las carnes, pescados y ostras; así como leche y derivados;
castañas, cacahuetes, almendras, nueces y las semilla de lino.
11. Magnesio
El consumo de magnesio durante el embarazo reduce los riesgos de aparición de preeclampsia , un trastorno en el que hay un aumento de la presión arterial, hinchazón de la cara y las manos y la salida de proteínas en la orina. Esta condición puede conducir a un parto prematuro , sufrimiento fetal o retraso en el crecimiento intrauterino.
Otras ventajas de su consumo para embarazadas son:
- combatir el cansancio , los calambres y la acidez estomacal ;
- prevención de contracciones uterinas antes de tiempo;
- regulación de los niveles de azúcar e insulina en la sangre del bebé ;
- favoreciendo el crecimiento y desarrollo del feto .
Los alimentos de magnesio son las almendras, manís, avellanas, anacardos, así como granos enteros, tofu, espinacas, frijoles;plátanos y aguacates.
12. Yodo
El yodo es el elemento utilizado en la formación de las hormonas tiroideas (T3 y T4), responsable de la regulación del metabolismo corporal y, por lo tanto, importante para todos los sistemas operativos. Investigaciones más recientes indican que todas las mujeres que desean quedar embarazadas , embarazadas y en período de lactancia deben tomar suplementos de yodo .
El yodo ingerido por la madre y pasado al feto por la placenta ayuda en la formación de las hormonas tiroideas del bebé, que son importantes para el desarrollo de su sistema nervioso. La falta de yodo puede provocar problemas en el desarrollo cognitivo del bebé .
La sal de mesa está fortificada con yodo, pero también se puede encontrar en los siguientes alimentos:
- peces, crustáceos;
- algas marinas;
- vegetales;
- carne;
- leche y derivados.
Originally posted 2020-07-21 09:50:29.